Reseña: Sueño Eléctrico – Dañez
Dañez, uno de los nombres más intrigantes del vaporwave en México, vuelve a romper las barreras de los géneros con Sueño Eléctrico, un álbum que se desmarca del cliché nostálgico del género para construir una experiencia mucho más orgánica, introspectiva y cerebral. Aquí, los paisajes digitales se entrelazan con texturas análogas, ritmos quebrados y melodías que evocan tanto el amanecer en una ciudad dormida como una caminata solitaria en la sierra.
Desde los primeros segundos del disco, el trip-hop se hace presente con beats arrastrados, bajos densos y atmósferas difusas que recuerdan a los primeros trabajos de Boards of Canada o DJ Shadow, pero con un enfoque más íntimo y despojado. A esto se le suma un sutil toque de folk, no tanto en la instrumentación tradicional, sino en la sensibilidad melódica y el uso de samples acústicos que aparecen como fantasmas entre las capas electrónicas.
El componente de IDM (Intelligent Dance Music) se manifiesta en los patrones rítmicos irregulares, el diseño sonoro detallado y una producción que prefiere la sugerencia al impacto. Cada track parece una pequeña cápsula emocional, un diario sonoro donde la nostalgia, el aislamiento digital y una especie de esperanza latente conviven en equilibrio.
Lo más notable es cómo Dañez consigue fusionar estos géneros sin que se sienta forzado. Hay una coherencia en el tono, una identidad estética bien definida que le da al álbum un carácter cinematográfico y onírico. Sueño Eléctrico no busca complacer al oyente casual; es una obra que pide tiempo y atención, que se despliega lentamente como una niebla sonora que todo lo cubre.
En un panorama saturado de copias superficiales del vaporwave clásico, Dañez apuesta por la evolución y lo consigue con creces. Sueño Eléctrico es una experiencia sonora que redefine lo que el vaporwave latinoamericano puede ser: introspectivo, sofisticado y profundamente humano.
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